NACIONES UNIDAS, 9 dic (NNN-UNIS) -- El secretario general de la ONU, António Guterres, y el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenaron el lunes los mortíferos ataques con drones del pasado 4 de diciembre que impactaron una guardería y un hospital en la localidad de Kalogi, en el estado de Kordofán del Sur, Sudán.
Guterres declaró estar “consternado” por los ataques, que tuvieron lugar “en un momento de extrema necesidad” humanitaria. Tedros detalló que el Hospital Rural de Kalogi fue alcanzado al menos tres veces, resultando en la muerte de 114 personas, entre ellas 63 niños.
“Resulta inquietante que los paramédicos y los equipos de respuesta fueran atacados cuando intentaban trasladar a los heridos de la guardería al hospital”, denunció Tedros en la red social X. Los sobrevivientes fueron evacuados al hospital Abu Jebaiha, donde se han emitido llamamientos urgentes para donaciones de sangre.
El mismo día, un convoy de ayuda del Programa Mundial de Alimentos (PMA) fue atacado en el estado de Kordofán del Norte, dejando heridas graves al conductor de un camión de la ONU.
La ONU advirtió que la situación en Sudán es “catastrófica”, con más de 30 millones de personas necesitadas de ayuda y más de nueve millones desplazadas internamente desde el inicio del conflicto en abril de 2023 entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) paramilitares.
Guterres exhortó a “todos los Estados que tienen influencia sobre las partes” a que actúen para “obligar a que se ponga fin de inmediato a los combates y se detenga el flujo de armas”. Reiteró su llamado a un “cese inmediato de las hostilidades” y a la reanudación de un proceso político inclusivo liderado por sudaneses.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó temor a “una nueva ola de atrocidades” en Sudán, mientras su oficina reportó el desplazamiento de más de 45.000 personas que huyen de la violencia en Kordofán.
-- NNN-UNIS