NACIONES UNIDAS, 25 dic (NNN-UNIS) -- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) está reforzando la asistencia a millones de desplazados por los combates en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y hace un llamado urgente a obtener 67 millones de dólares para mantener su ayuda durante los próximos tres meses.
Ante el repunte de la violencia en la provincia de Kivu del Sur, la agencia de la ONU advirtió que, sin recursos adicionales inmediatos, sus operaciones podrían interrumpirse rápidamente. Según el PMA, 2,8 millones de personas ya se enfrentan a una inseguridad alimentaria aguda en la provincia, de las cuales cerca de un millón se encuentran en situación de emergencia.
“Esta crisis alimentaria corre el riesgo de agravarse si no se toman medidas urgentes”, advirtió en un comunicado Cynthia Jones, representante del PMA en la RDC.
Desde la reanudación de los combates por parte del grupo rebelde M23 a principios de diciembre, la situación humanitaria se ha deteriorado de forma abrupta. Cerca de 500.000 personas adicionales se han visto forzadas a abandonar sus hogares, sumándose a los 1,2 millones de desplazados que ya había en la provincia. Los servicios esenciales, como centros de salud y escuelas, están al borde del colapso.
La crisis no afecta solo a los desplazados. “No solo las personas obligadas a huir están necesitadas, sino también las familias que les han ofrecido refugio, que ya viven en condiciones de inseguridad alimentaria extrema”, subrayó Jones.
El PMA intensifica su asistencia para llegar a más de 210.000 de las personas más vulnerables con kits alimentarios de supervivencia. La violencia también ha provocado movimientos de huida hacia Burundi y Rwanda, donde la agencia también brinda apoyo.
Sin embargo, la agencia advierte que su margen de maniobra es casi inexistente, habiendo reducido en un 75% las raciones para refugiados en Burundi. Además de los 67 millones para Kivu del Sur, el PMA necesita 350 millones de dólares para mantener sus operaciones en todo el país.
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